LÓGICA ¿PARA QUÉ?

Sin la facultad de razonar, muy probablemente no podríamos comunicarnos ni actuar.¿Cómo sabríamos dónde ir a comprar una tarta de manzana si no fuéramos capaces de hacer el siguiente razonamiento :”Las tartas de manzana son pastelillos; los pastelillos se venden en las pastelerías; por lo tanto, las tartas de manzana se venden el las pastelerías”?

Los razonamientos correctos

En cambio, es incorrecto el
razonamiento:”Las tartas de manzana son una cosa deliciosa; en las neverías venden cosas deliciosas; por lo tanto, las tartas de manzana se venden en las neverías” Los filósofos griegos, a quienes sin duda les impresionó la similitud que existe entre los razonamientos correctos y los incorrectos, emprendieron la búsqueda de criterios que permitieran distinguir a unos de otros. Aristóteles (284-322 a.C.) y los estoicos, como Filón de Megara (Siglo V a.C.), propusieron reglas que permitieran construir sólo razonamientos correctos. Una de las reglas de Aristóteles se enuncia como sigue: “Si A es B, y B es C, entonces A es C”. Si hacemos corresponder A, B y C con las expresiones tarta de manzana, pastelillos y se venden en las pastelerías, respectivamente, obtendremos el razonamiento que formulamos antes. Si de manera similar, consideramos las expresiones detectives, inteligentes y excéntricos, obtendremos el siguiente razonamiento: “Los detectives son inteligentes; las personas inteligentes son excéntricas; por lo tanto, los detectives son excéntricos”. Cualquiera que sean las expresiones que se hagan corresponder con A, B y C, el resultado será siempre un razonamiento correcto, es decir, un razonamiento en el que la conclusión es verdadera siempre que las premisas también lo sean.”

“La lógica” Gilles Dowek (pp 13- 14) Editorial S.XXI

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