La afirmación de la existencia del individuo, del yo, a partir del ejercicio de la duda, y la consiguiente afirmación "Cogito, ergo sum", constituyen, quizás, las certezas más facilmente aceptables para el que se inicia en el camino del filosofar.
El uso de la razón como facultad humana única, e independiente del cuerpo y de las emociones ,ya fue destacado por Platón en la Antigüedad cuando afirmaba la necesidad de dominar las pasiones mediante el uso de la parte más noble: la razón. Libre de emociones, la razón ha sido la protagonista absoluta de la aventura filosófica de Occidente.
La que se suponía cualidad humana imprescindible y pura (sin contaminación de emoción alguna) se ha visto, en este siglo, acompañada de algunas peculiaridades que la han convertido en algo menos perfecto ; alejada de la sabiduría pura y de la cercanía con lo divino, la razón, según la Neurociencia, es inseparable de la emoción, del sentimiento... Y lejos de erigirse como facultad del sabio , su labor se centra en la supervivencia.(Rosa R.)
Puedes saber más del tema leyendo "El error de Descartes" de Antonio Damasio . Si no dispones de mucho tiempo o bien dispones de pocas ganas, puedes leer un resumen haciendo click aquí.
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